El paseo, la mejor de las rutinas Bebé
Salir cada día y disfrutar de un rato para compartir junto con tu pequeño paseando, es uno de los hábitos más saludables.
Una vez que el bebé ya está en casa y la mamá se encuentra recuperada tras el parto, comienzan a establecerse unas rutinas que giran en torno al bienestar del niño, entre ellas, por supuesto, se encuentra el de ir de paseo. A partir de la segunda semana de vida del pequeño, e incluso desde el momento en que se le da de alta (siempre que el pediatra no haya recomendado lo contrario), podéis comenzar a pasear al nuevo miembro de la familia.
Beneficios que valen por dos
Por un lado, el pequeño encontrará en la hora del paseo un momento de distracción que le ayudará a adaptarse y a conocer la realidad que existe fuera de su casa. Además, los sonidos y elementos que éste ve a lo largo del paseo favorecen el desarrollo de su capacidad auditiva y visual. Por otro lado, este momento le servirá a la madre para relajarse, mejorar la circulación de sus piernas -la cual se ve resentida durante la gestación- además de aumentar el vínculo afectivo con el pequeño al compartir este momento tan especial. Durante el paseo, procura conversar con él, enseñarle los diferentes elementos que vais viendo: flores, pájaros… etcétera.
El tiempo
La situación meteorológica condiciona el paseo, aunque no tiene por qué significar renunciar a él. Aunque lo recomendable es que este dure treinta minutos aproximadamente, el buen tiempo anima más a salir a la calle y a permanecer más tiempo fuera, pero también durante el invierno (y siempre que las condiciones climatológicas no sean muy adversas) podéis disfrutar igualmente, aunque la duración de estos se vea reducida.
Consejos para los paseos en verano
- Evita salir a las horas de máximo calor.
- Procura pasear por una zona arbolada, notaréis más frescor.
- Aplica al bebé media hora antes del paseo un protector con pantalla solar total en todas aquellas zonas que estén expuestas al sol, aunque el día esté nublado.
- Vístele con ropa fresca, colores claros y cúbrele la cabeza con un gorrito o pañuelo.
Consejos para los paseos en invierno
- Abrígale adecuadamente, que no significa en exceso. Lo mejor es ponerle varias capas de ropa para poder ir quitándoselas en función de la temperatura que vaya haciendo.
- Lleva en el cochecito una pequeña colcha o manta para cubrirle.
Sea la época del año que sea, no olvides llevar un pañal de recambio y toallitas, así como biberones con leche y agua, o si el niño es más mayor llévale algún bocadillo o galletas por si le entrara hambre en el paseo.