Mochilas portabebés Bebé
Permiten trasladar al bebé con mayor comodidad y que él se sienta más protegido y confortable. Elige el modelo que mejor se ajuste a tus necesidades.
Ergonómicos y con formas muy variadas, que permiten llevar al niño delante (frontal), detrás (dorsal) o en la cadera (lateral); los portabebés son uno de los productos infantiles con cada vez mayor aceptación. Gracias a ellos se puede transportar al pequeño, prácticamente desde que nace, pegado al cuerpo de su padre o madre, con gran comodidad para todos: para los padres porque les proporciona una gran libertad de movimientos, y para el bebé, al sentirse protegido.
Cómodos y seguros
Aunque existen muchos tipos y modelos de portabebés, hay una serie de requisitos básicos con los que tienen que contar para conseguir una óptima ergonomía tanto para el bebé, como para quien lo lleva. Lo ideal es que tengan dos tirantes anchos, acolchados y regulables, en función del crecimiento del bebé, y que distribuyan bien el peso, para que no recaiga todo en un solo. Además, deben contar con aberturas cómodas para los brazos y las piernas del bebé, pero sin que estas permitan que el pequeño se hunda dentro. También es indispensable que los portabebés frontales dispongan de un reposacabezas o soporte para sujetar bien la cabecita.
Por último, es importante que si trasportamos a un bebé menor de tres meses, el portabebés esté diseñado para que sus piernas queden correctamente colocadas (abiertas y encogidas), ya que en este periodo su cadera se encuentra en pleno desarrollo.
Tipos de portabebés
- Mochila portabebés: permite transportar al niño hasta que alcanza unos 15 kg de peso. Garantiza una correcta sujeción del bebé y algunas permiten las posiciones delantera, dorsal y a la cadera. Son fáciles de colocar y suelen incorporar un punto de apoyo para la cabecita. También suelen llevar bolsillos o compartimentos para llevar varios accesorios del bebé. También está la opción de una mochila de espalda con armazón, útil para cuando el bebé ya pueden mantener la cabeza erguida, pudiendo con ella ver el mundo con más detalle.
- Fular: es una pieza larga de tela que se ajusta al niño mediante posiciones de atado y que resulta muy versátil, ya que se va adaptando al crecimiento del bebé. Con él, el cuerpo del bebé va perfectamente pegado al del portador. Pero es importante que la tela solo ceda en sentido diagonal y que no sea elástica si vamos a transportar a bebés y niños de más peso.
- Mei tai: es un portabebés de origen oriental, que se asimila a una mochila, pero que se ajusta mediante nudos sencillos. Es un rectángulo de tela con cuatro tirantes, dos para anudar a la cintura y dos para sujetar la parte superior (que pueden ir acolchados). En el caso de que se use con recién nacidos, tendrá que llevar las piernas por dentro de la tela.
- Pouch: consiste en una tela cosida en forma de tubo (de una sola pieza), que se ajusta a la posición deseada. Por eso es importante seleccionar el que mejor se ajuste al portador. Ocupa muy poco espacio y es muy fácil y rápido de poner y quitar. Es especialmente adecuado para trayectos cortos. También existen bandoleras con anillas, que permiten ajustar la medida de la tela, según las necesidades de cada momento.
Recomendaciones de compra y uso
- No compres el portabebés con antelación, ya que debes llevar al niño en el momento de la adquisición, para poder probarlo.
- Elige, en igualdad de condiciones, la mochila más ligera.
- Comprueba que las costuras sean fuertes y que los ganchos, hebillas y cremalleras que puede incluir funcionan sin dificultad.
- Asegúrate que el material en el que está fabricado sea resistente y lavable.
- No te olvides del manual de instrucciones y comprueba que el producto cumple con las normas europeas de seguridad.
- Antes de colocar al niño, practica con el portabebés vacío, y cuando vayas a colocarlo, hazlo sentado, para asegurar la maniobra y evitar movimientos bruscos.
- Verifica que al bebé no le roza ninguna parte de la mochila y que está cómodo.
- Coloca al niño lo suficientemente algo para que el peso se reparta bien sobre tus caderas y no cargues las lumbares.
- Asegúrate de que el peso del bebé quede bien repartido y de que el pequeño está bien pegado a tu cuerpo.
- Revisa periódicamente el estado del portabebés
- No “abuses” del portabebés, con un uso demasiado continuado.