Normas en las visitas a parturientas

El nacimiento de un hijo es un acontecimiento único para los padres, pero, el recién nacido no llega solo. La puerta de la habitación del hospital se abrirá para dar paso a innumerables visitas: abuelos, suegros, hermanos, amigos... Estamos en la era donde la mujer pide, revindica y exige ser respetada y la maternidad es uno de esos momentos cumbres en el desarrollo de toda mujer donde esto se pone de manifiesto. Cuando se habla de visitar a las recién estrenadas mamás hablamos de ayuda para normalizar un comportamiento que incide directamente en las mamás y en los bebés y que atañe a su derecho de ser respetados.

Nunca visitar a una mujer en las 24 horas después del parto a no ser que ella así te lo pida.
Las visitas, si breves, dos veces buenas.
Nunca besar al bebé, tocarlo o intentar cogerlo sin el consentimiento de la madre.
Las fotos siempre con el consentimiento de los padres.
Si las visitas sobrepasan los 20 minutos el padre debe poner límites e invitarlas a abandonar la habitación.
No visitar después de las 9 de la noche.
No dar consejos si no se han solicitado por parte de la madre.
No preguntar sobre detalles relacionados con el parto.
No gritar, ni hablar alto y por supuesto no llevar a niños al hospital.
Si existe un hermanito siempre saludar y dedicar un tiempo a este antes de dirigirnos al recién nacido.
No usar excesivo perfume.
Si se llevan regalos, que sean lo suficientemente manejables y pequeños.
En caso de visitas a la casa, evitar pedir comida o bebida si no se necesita.
Las visitas a casa también deben ser cortas.
Si la madre coge al bebé decide dar el pecho en otra estancia, no acompañar a la madre.
No se te olvide preguntar cómo se siente la madre.
No está de más preguntar si se puede hacer algo para que se sienta mejor o para disminuir la carga de la madre.
Los regalos podrían ser consensuados para no acumular 10 tartas de pañales, 15 ositos de peluche o 5 patucos rosas.
Entender que las madres deben dejar de lado el teléfono si quieren cuidar a sus bebés.
Si el bebé está durmiendo no es bueno despertarle.
Evita comentarios negativos con respecto al físico de la madre.
Evita hacer comentarios sobre el parecido del bebé.
Si se decide visitar en la clínica y una enfermera pasa para algo es correcto salir de la habitación.
Si te sientes enfermo, si tienes tos, fiebre o brotes de herpes la mejor visita que puedes hacer es quedarte en tu casa.
Las comparaciones son odiosas y mucho más sobre el cuerpo de la madre con otra madre o el bebé y su desarrollo o peso.
El silencio, el respeto, el buen hacer, el cariño, el ser prácticos, el preguntar antes de hacer, la prudencia y la brevedad deberían regir las visitas a las recién estrenadas mamás.