Percentiles de crecimiento Bebé
Las curvas de crecimiento y los percentiles representados en ellas, son la única herramienta válida para cerciorarnos de que el crecimiento de un niño es correcto.
El peso y fundamentalmente la talla de los hijos, son uno de los problemas que más quebraderos de cabeza causa entre los padres. Las preguntas ¿cuánto mide mi hijo?, ¿es normal la talla que tiene?, ¿ha crecido bien? o ¿cuánto va a medir?, son habituales en la consulta de cualquier pediatra y en ocasiones existe inquietud, cuando no angustia, si los padres consideran que su hijo “se está quedando pequeño”.
No comparar
La percepción que los padres tienen del peso o la talla de su hijo se basa en la mayoría de las ocasiones en la comparación que realizan estos mismos de la estatura de su hijo con la de compañeros de clase o amigos de juegos, supuestamente de la misma edad, cuando no en recuerdos muchas veces erróneos, de otros hijos o familiares. Esta manera de evaluar el crecimiento de los hijos, aunque inevitable por lo cotidiano que resulta, es errónea y genera frecuentemente problemas inexistentes desde el punto de vista estrictamente médico.
La variabilidad de la talla normal es grande y el hecho de que un niño sea el más bajo de la clase no entraña que tenga un problema de crecimiento. Debe de existir una herramienta que, teniendo en cuenta la edad, el sexo, la raza y las variaciones de la normalidad, permita afirmar que niño tiene en un momento dado una talla dentro de la normalidad y qué niño se aleja de los valores estimados como normales y por tanto merecedor de un seguimiento o estudio para descartar algún tipo de patología relacionada con el crecimiento o causante de su alteración. Esta herramienta son las curvas de crecimiento y los percentiles de crecimiento.
Las curvas de crecimiento
Las curvas de crecimiento no solo van a permitirnos situar en un momento dado la talla o cualquier otra medida de un niño en una fecha concreta en relación con los valores de una población normal, sino, lo que es mas importante, pueden permitir realizar un seguimiento en el tiempo de cada niño y observar de este modo su evolución, concepto de mucho más valor y utilidad a la hora de etiquetar como normal o como susceptible de estudio a un niño.
Para la confección de estas curvas se siguen una serie de normas que garantizan su fiabilidad. Se recogen con exactitud y por personal muy adiestrado múltiples medidas de sujetos sin ninguna patología que pueda modificar el crecimiento. Los individuos medidos deben ser representativos en cuanto a la edad, sexo, raza, etcétera, de la población que queremos comparar con esas curvas, y el número de niños debe también ser suficiente para que desde el punto de vista estadístico la posibilidad de que existan errores sea baja.
¿Cuál es el percentil normal?
En principio se considera que una talla u otro parámetro es normal si su valor se sitúa entre los percentiles 97 y 3. Todo niño cuya puntuación se coloca por debajo del percentil 3 debiera ser objeto de estudio o seguimiento para asegurarnos de que no presenta ninguna patología que dificulte su crecimiento. No obstante, proporciona mayor información la medición de un parámetro a lo largo de diversos periodos de tiempo, lo cual permite comprobar el curso o camino que sigue su crecimiento. Cada niño sigue habitualmente un carril, remedando con pequeñas oscilaciones alguno de los percentiles representados en las curvas. Cualquier detención o pérdida progresiva de percentiles nos debe alertar sobre algún tipo de problema. Por el contrario, un crecimiento continuo, manteniendo la misma distancia con una línea de percentiles, aunque corresponda al percentil 3, muestra un crecimiento normal.