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Bebé | 0 - 9 meses | ¿Cómo actuar cuando llora?

¿Cómo actuar cuando llora? Bebé

¿Cómo actuar cuando llora?

El llanto es el único medio de comunicación del bebé durante los primeros meses de vida, y por ello, constituye un mecanismo de conservación necesario para llamar la atención sobre sus distintas necesidades.

El ser humano es por naturaleza muy desvalido al nacer y, durante bastante tiempo, depende de los cuidadores para satisfacer las sus necesidades. Por término medio la duración del llanto en la segunda semana de vida es de 105 minutos, aumentando a unos 165 minutos a las seis semanas de vida. Luego disminuye a aproximadamente una hora, a las 12 semanas. El llanto se suele concentrar más en la tarde y primeras horas de la noche.

 

¿Por qué llora?

En la mayoría de ocasiones, el llanto del bebé es un proceso fisiológico y natural y le sirve para pedir lo que desea: comer, que le cojan en brazos, que le tapen… cesando o disminuyendo cuando estas necesidades son atendidas. Es muy importante, al menos durante los primeros meses de vida, responder inmediatamente al llanto del niño, adelantándonos a la causa que el llanto expresa; si le cogemos en brazos disminuirán las horas del llanto y evitaremos que este se perpetúe. Hay padres que pueden pensar que esto es malcriarlo, pero nada más lejos de la realidad, no vamos a malcriar a un bebé de pocos meses por cogerlo en brazos, mecerlo, acariciarlo, etcétera, las veces que sea necesario.

De forma menos frecuente, el llanto aparece como modo de expresión de una enfermedad como puede ser una infección, erosión corneal, alergia alimentaria… En estos casos hablamos de llanto patológico y, generalmente, junto al él aparecen otros signos de enfermedad como fiebre, rechazo de las tomas, alteración de las deposiciones, vómitos, etcétera, que obligan a una evaluación detallada por el pediatra.

Finalmente, existe un grupo de bebés que presentan durante los primeros tres o cuatro meses de vida un llanto excesivo sin causa aparente. Habitualmente se trata de bebés saludables, con buena apetencia por las tomas y con un crecimiento adecuado, pero que lloran en exceso a lo largo del día (más por la tarde y noche), siendo difíciles de consolar con los cuidados habituales. Este problema se conoce como el cólico del lactante.

 

¿Qué hacer ante el llanto?

1) Primero de todo, no le dejes llorar. Hay gente que piensa que los niños se tienen que acostumbrar a llorar y que hay que dejarles para no malcriarles. Nada más lejos de la realidad, el llanto es su forma de expresión, ya que no sabe hablar y decirnos lo que le pasa, por lo tanto, es imprescindible que siempre le atendamos, de lo contrario sería como no escucharle cuando nos habla. Además, está demostrado que niños que reciben una pronta atención a su llanto durante los primeros tres meses de vida lloran después mucho menos.

2) En el intento de descubrir por qué llora, considera las siguientes posibilidades:

  • El niño tiene hambre: ofrécele alimento.
  • El niño no tiene hambre, pero lo que quiere es succionar: dale el chupete.
  • El niño quiere que lo cojan: álzalo.
  • El niño quieren que le hablen o acaricien: hazlo.
  • El niño está aburrido y lo que quiere son estímulos y que lo distraigan: dedícale un poco de tiempo.
  • El niño está cansado y lo que anhela es que lo dejen tranquilo: déjale descansar.

Si el niño continua llorando después de cinco minutos de cualquiera de estos casos, intenta otro, en la misma forma.

No te preocupes por la sobrealimentación (el pequeño no la admitirá). Estarás más tranquila si sabes que el llanto no es por hambre. 

Asegúrate de que no esté excesivamente abrigado o con poco abrigo y de que no tenga alguna prenda que lo esté lastimando (botón, calcetín, cadenita…).