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Niño | 2 a 6 años | Una Navidad sin sustos

Una Navidad sin sustos Niño

Una Navidad sin sustos

En los días festivos a los niños todo les llama la atención y se pueden convertir en víctimas de accidentes domésticos con desenlace fatal. Prevenir es fundamental para pasar unas Navidades seguras.

Nuestros niños son pequeños exploradores que están constantemente investigando. Ahora en Navidad, el ambiente festivo les llama especialmente la atención: luces, colores, reflejos… Por eso, si tenemos un bebé o un niño pequeño en casa, tenemos que poner mucha atención para evitar unos peligros que nos pueden dar más de un susto.

 

Pequeños exploradores

Durante los tres primeros meses de vida la movilidad del lactante es escasa pero, a partir de los cuatro o cinco meses, muchos bebés empiezan a desplazarse e incluso voltearse, por lo que pueden aparecer accidentes provocados por ellos mismos. Además, la movilidad y capacidad de desplazamiento aumentan rápidamente entre los 6-9 meses, periodo en el que se consolida el volteo, se inicia la sedestación, el gateo (o la reptación) e incluso muchos alcanzan a ponerse de pie. La marcha se desarrolla en la mayoría de los niños entre los 9 y 18 meses y ya a partir de los 2 años son capaces de trepar y arrastrar objetos de cierto peso como sillas. Así, cuando se tiene o se va a tener un bebé, es recomendable recorrer la casa desde la puerta de entrada hasta el último rincón, valorando todos los peligros por inverosímiles que puedan parecer.

 

Decoración segura

La decoración navideña es uno de los principales puntos que puede ocasionar problemas. Procura que sea lo más segura posible.

  • Pesebre: para evitar accidentes es mejor optar por figuras más grandes y que estén hechas de materiales que no se rompan. 
  • Adornos del árbol de Navidad: coloca bolas de plástico, mejor que de cristal, que al romperse se dividen en fragmentos muy cortantes. Evita adornos que simulen dulces, que atraerán especialmente la atención de los pequeños. Tampoco pulverices nieve artificial, perjudicial para ellos, ya que se la pueden llevar a la boca. Además, el propio árbol debe estar firme, bien asentado, para que no se vuelque.
  • Luces navideñas: siempre deben estar en perfectas condiciones, sin malas conexiones eléctricas y, a ser posible, con dispositivos de seguridad en los enchufes.
  • Plantas: ciertas especies típicamente navideñas como el muérdago o la poinsetia son venenosas. Asegúrate de que nunca estén a su alcance.
  • Velas: son un recurso muy utilizado en estas fechas porque crean un ambiente muy cálido y acogedor. Pero, además de poder provocar incendios, suponen un gran peligro para los pequeños. Para prevenir, puedes optar por “velas artificiales” en las que la llama es eléctrica, aunque también las deberás colocar en lugares inaccesibles para ellos. Siempre apágalas antes de irte a dormir.

 

Peligros en la cocina

La cocina es una de las zonas de la casa donde más frecuentemente tienen lugar los accidentes domésticos, especialmente las quemaduras, y por lo tanto un lugar muy peligroso para tu bebé. Nunca debes despistarte ni dejarle solo en esta estancia; cualquier descuido puede ser fatal para tu hijo por lo que tendrás que vigilar especialmente que:

  • Las sartenes tengan los mangos hacia dentro, para evitar que las tire y se queme.
  • Los cuchillos estén bien guardados y fuera de su alcance.
  • Que no se acerque a la puerta del horno.
  • Que no pueda acceder a los productos de limpieza, muy tóxicos. Especialmente peligrosos son la sosa, la lejía y los detergentes para el lavavajillas.
  • Que no llegue a alcanzar el cubo de la basura. Recuerda que su tendencia es la de llevárselo todo a la boca.
  • No le lleves en brazos mientras cocinas ni cuando trasladas comidas calientes.

 

Una plácida cena

Para disfrutar de la cena, a la hora de sentarse a la mesa también hay que tener ciertas precauciones. El mantel será un elemento peligroso, sobre todo si cuelga mucho. Por eso será mejor presentar la comida en manteles individuales, más cortos. Respecto a las copas, es necesario poner al pequeño un vaso, preferiblemente de plástico, diferenciado del resto de la vajilla. Así evitaremos que ingiera alcohol accidentalmente. Además, habrá que ofrecer a los niños alimentos adecuados para ellos, y siempre bien cocinados para no provocar situaciones de riesgo como una posible salmonella.

También deberemos tener la precaución de dejar todo recogido al finalizar, sobre todo sin restos de comida al alcance del niño.

Por último, el día de Nochevieja, hay que tener especial cuidado con las uvas. Son un alimento que, por su forma, pueden obstruir la tráquea de nuestro hijo.

 

Los regalos llaman su atención

Los envoltorios de vivos colores llamarán poderosamente su atención. Los bebés empiezan a distinguir los colores hacia los dos meses de vida, sintiendo una especial atracción por los más vivos y en particular el rojo seguido del blanco y el negro. Así, por su seguridad, no dejaremos a su alcance los trozos de estos envoltorios, ni las cintas o lazos que se pueden colocar alrededor del cuello y que configuran un potencial peligro de estrangulamiento. Igualmente peligrosas son las bolsas de plástico, por el riesgo de asfixia que conllevan.

Por otro lado, muchos juguetes contienen pilas para su funcionamiento. Son elementos muy tóxicos con los que no les debemos dejar jugar.

También hay que tener mucho cuidado con los globos, ya que, cuando estallan, quedan unos trozos que, si el niño se los traga, pueden ser mortales.

 

¿Cómo actuar?

Si a pesar de poner el máximo cuidado, finalmente se produce algún accidente, existen algunas nociones básicas de cuidados inmediatos.

  • Caídas: la zona del cuerpo más vulnerable, sobre todo en el lactante y niño pequeño, es la cabeza. Evidentemente si la caída es de una altura considerable o hay pérdida de conciencia/alteración neurológica debe trasladarse a un centro hospitalario. Para chichones-hematomas normales lo primero es poner hielo envuelto en un paño durante unos 20-30 minutos. Posteriormente, si hay dolor o hinchazón importante, debe ser evaluado por el médico para descartar fracturas.    
  • Cortes: limpiar la herida con agua y jabón, posteriormente aplicar una solución antiséptica (yodada, clorhexidina) y a continuación tapar con una gasa estéril. Si hay sangrado importante ejercer presión durante 10 minutos sobre el punto sangrante.
  • Quemaduras: hay que refrescar con agua fría de forma inmediata. Si aparece ampolla se tapa con una gasa estéril, no debe reventarse.
  • Ingesta de medicamentos, productos tóxicos: lo más prudente es llamar al teléfono de urgencias toxicológicas en indicar el nombre del producto, la cantidad aproximada y el tiempo que ha transcurrido.