Lo que nunca debemos hacer en verano con un bebé de pocos meses Bebé
Papás novatos, un bebé de apenas unas semanas y el verano por delante. Es entonces, cuando surgen multitud de dudas y preguntas. Seguro que te suena, ¿verdad?
A los padres primerizos cualquier actividad nueva con su pequeño les supone un auténtico quebradero de cabeza. Una de estas situaciones en las que quizás no sepas qué hacer serán las primeras vacaciones de verano que disfrutéis juntos.
Existen una serie de cosas que nunca debes hacer si tienes un bebé de pocos meses:
- Itinerarios ambiciosos: planificar un verano sobrecargado de actividades y desplazamientos puede ser frustrante y desesperante. No hay que olvidar que el bebé tiene unas capacidades y unos biorritmos distintos a los adultos. Será más placentero si planificamos un verano que se adapte a las necesidades del bebé, que nos permita descansar y disfrutar en familia. Los niños requieren su tiempo. Hay que olvidar las prisas. Si planificamos más de un destino, puede ser más estresante.
- Una maleta inadecuada: no preparar un completo equipaje para el bebé nos puede llevar a una molesta situación de buscar en lugares desconocidos ropa, alimentos o menaje más caros y menos adecuados. El equipaje del niño será mayor cuanto más pequeño sea. Hacer una lista días antes puede ayudarnos.
- Olvidar la documentación del pequeño: si viajamos al extranjero, no debemos olvidar la documentación del bebé (pasaporte propio o inscrito en el de los padres), ni desconocer las precauciones del país de destino (si precisan medicación o vacunas preventivas de ciertas enfermedades; algunas están contraindicadas en los primeros años). No se debe viajar sin las vacunas que le correspondan para su edad, según el calendario vigente. También es aconsejable llevar la documentación sanitaria por si precisa asistencia en el lugar de descanso.
- Exponerle al sol: los bebés menores de seis meses no deben exponerse a los rayos directos del sol. Es fundamental, dejar al bebé siempre a la sombra y con crema solar, camiseta y gorrito, pues la sombrilla puede dejar pasar un 30 por ciento de las radiaciones solares.
- Dejarle aunque sea un momento solo en el vehículo: nunca se debe dejar al bebé solo en un vehículo, sin control; no podremos oírle ni protegerle, y puede sufrir un golpe de calor.
- No protegerle de los mosquitos: jamás se debe dejar al bebé a la intemperie sin protección adecuada, por riesgo de picaduras o agresiones animales. Un bebé siempre debe estar acompañado y supervisado. Protegerles con tela de tul evitará molestas picaduras.
- Dejarle solo en la piscina hinchable: en el agua, aunque solo tenga unos centímetros, nunca debemos perder de vista a los niños. Pueden girarse y meter la cabeza.
- Consumir agua sin conocer su procedencia: no debemos preparar alimentos infantiles ni dar a los bebés agua que no conozcamos su composición; puede no ser adecuada para ellos y desencadenar diarrea, vómitos o deshidratación. Se aconseja el uso de agua mineral natural envasada que indique en su etiqueta “apta para la preparación de alimentos infantiles”. Asimismo, no debemos cambiar su alimentación y cuidar la preparación de los alimentos para evitar infecciones o intolerancias lejos de nuestro entorno habitual, pues nos puede dificultar su adecuada atención médica.