Está en

Embarazo y parto | Gestación | Verdades y mentiras sobre maternidad, apego y lactancia

Verdades y mentiras sobre maternidad, apego y lactancia Embarazo y parto

Verdades y mentiras sobre maternidad, apego y lactancia

La maternidad es una condición femenina que hace que en la mujer se produzcan una serie de modificaciones a raíz de la concepción, embarazo y alumbramiento y que viene acompañada de cambios a nivel psicológico, hormonal, social, físico.

El apego es un concepto que define un tipo de vinculación de tipo afectivo con otra persona. En el caso de madre e hijo esta interacción se hace imprescindible para la propia supervivencia y desarrollo del infante. Pero, ¿cómo funciona? ¿Cómo se crea? ¿Cuál es el apego bueno? ¿Qué papel juega la lactancia?

El apego es necesario porque proporciona al bebé seguridad, cercanía, protección y consuelo cuando lo necesita. Si existe un apego seguro existirá un adulto sano, pero de darse un apego desorganizado, inseguro o evitativo existirá un adulto que va a tener más difícil una sana adaptación al ambiente y a los vínculos con otras personas, ya que lo hará desde la evitación de los otros, desde la inseguridad o desde la incluso agresividad. Es por este motivo que el apego es fundamental desde el nacimiento y se gesta incluso en el embarazo.

Cuidar los afectos y emociones de la mujer durante la etapa perinatal (preconcepción, embarazo, parto y posparto) es fundamental para un buen desarrollo tanto del bebé, como del vínculo entre madre e hijo.

 

El papel de la lactancia como generador de apego

La lactancia es una herramienta buenísima para establecer un apego sano, pero de no darse por los motivos que sean no significa que no podamos tener ese apego con nuestros bebés.

La lactancia facilita mucho esta relación entre madre y bebé, ya que implica una conexión física y emocional, pero no es la única forma en la que dicha relación puede darse.

Es tan viable una relación sana y de apego seguro en una mamá que amamanta a su bebé como en otra que no, en este sentido la lactancia juega un papel de catalizador o facilitador, pero no es imprescindible para conseguir este vínculo tan especial.

Debemos desechar esas normas e ideas rígidas en la sociedad de vincular el apego solo con la lactancia, ya que no solo no ayudan, sino que generan en la mujer más presiones y culpa si cabe que dificultan enormemente tan encomiable función.

En este sentido es siempre aconsejable hacer lo que nuestros instintos y circunstancias nos dicten y permitan para estar contentas con la decisión tomada, libres de presiones y convencidas de que lo que hacemos es lo mejor que podemos hacer.

Esto sería lo que supondría el éxito en el vínculo entre madre e hijo, ya que cuando una mujer esta tranquila, relajada y libre ejerce la maternidad de forma más sana y eficaz que otra que intenta cumplir con los “estereotipos sociales”, pero que entra en un bucle de estrés y demandas excesivas e incompatibles con disfrutar la maternidad.

Las mujeres pasan por nueve meses de gestación donde tienen que adaptarse a no síntomas a veces no muy agradables y multitud de cambios físicos, miedos y angustias. Por este motivo, la mujer merece ejercer y disfrutar de la maternidad de forma libre, sana y personal y su bebé se merece una madre feliz y ajena a normas desjustadas, rígidas y cambiantes que a veces adoptamos como leyes en nuestras vidas.

 

Artículo elaborado por Amaya Terrón, psicóloga. www.psicologiaamayaterron.com