Como ya sabemos, la lactancia materna es la mejor fuente de alimentación para el bebé. Sin embargo, a veces, se precisa utilizar leches de fórmula por diversos motivos.

Tradicionalmente las fórmulas infantiles han sido desarrolladas a base de proteínas de leche de vaca pero, al igual que en otros países, desde hace un tiempo España se ha sumado a buscar alternativas en otros tipos de leche como las vegetales (arroz, soja, avena) o la leche de cabra. Ésta última, supone una vuelta a lo natural, ya que ha sido la fuente de leche habitual en la dieta mediterránea, considerada como una de las más saludables por la OMS.

Desde que en 2013, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) aprobara la comercialización en Europa de fórmulas infantiles a base de leche de cabra, el interés de profesionales médicos y padres por este tipo de producto ha ido en aumento.

Esta aprobación fue gracias a DGC Cooperative, fabricante de la fórmula infantil Capricare que lleva más de 20 años comercializándose en otros países. Capricare es la única fórmula elaborada con leche entera de cabra y un proceso de elaboración sencillo y natural que ayuda a conservar los componentes naturales de la leche.

Pero, ¿qué puede aportar la leche de cabra a la alimentación de nuestros bebés?

• Es más digestiva. La leche de cabra permite que las enzimas digestivas la desgranen mejor, ayudando a la digestión. Esto también ayuda a reducir el reflujo y las regurgitaciones.

• Ayuda a aliviar el estreñimiento leve Los ácidos grasos naturales presentes en la leche de cabra facilitan una mejor absorción permitiendo unas heces menos duras y por tanto más fáciles de expulsar.

• Conserva más componentes naturales de leche. Al igual que ocurre con la leche materna, y a diferencia de la leche de vaca, la leche de cabra se segregan por un proceso denominado secreción “apocrina”, que aporta más componentes celulares, como nucleótidos y aminoácidos libres.

• Tiene menor carga alergénica que la leche de vaca. La leche de cabra contiene menos cantidad de Alfa S1 Caseína, uno de los principales alérgenos causantes de la APLV (Alergia a la Proteína de la Leche de Vaca). Sin embargo, podrían existir alergias cruzadas por lo que es recomendable consultar con el pediatra antes de probar cualquier alternativa.